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jueves, 12 de noviembre de 2015

FRACTURA DE CLAVÍCULA

Lo primero, conocer qué hueso es este. La clavícula es un hueso largo, con forma de S itálica, que se une de un extremo con el esternón y del otro con el acromion de la escápula, una protuberancia.

Es decir, una de sus funciones es unir el brazo en su parte más alta con el tronco. Además de esto, protege vasos sanguíneos, el vértice de los pulmones y otras estructuras. Es por esto que hay que tener mucho cuidado con la fractura de este hueso, ya que sus astillas podrían dañar alguna de estas cosas y traer lesiones mayores. Por ejemplo, si se rompe un vaso podríamos desangrarnos.

La fractura de clavícula es muy frecuente en deportistas sobretodo por caídas o golpes. Suele ir con desplazamiento ya que es una zona en la que confluyen muchos músculos que tiran de este hueso y lo mueven.


¿Como sabemos que es una fractura de clavícula?

Los síntomas son claros: va a aparecer dolor muy intenso en la zona que puede irradiarse hasta el brazo, acompañado de hormigueo o adormecimiento del mismo; el hombro del lado de la fractura estará caído y hacia delante; se va a formar un bulto muy pronunciado hacia delante y el dolor va a intensificarse en gran medida cuando tocamos la zona, además de que será imposible levantar el miembro.


¿Qué hacer si me ocurre?

Si te encuentras ante una fractura de clavícula, lo primero es acudir a un médico, preferiblemente traumatólogo y realizar una resonancia para saber el estado de la fractura, movilización de huesos, tejidos dañados...etc.

Después se valorará la necesidad de un tratamiento convencional u ortopédico o quirúrgico.


En el tratamiento convencional, se empezará con la inmovilización total de la zona durante al menos 5 semanas, en las que se aplicará hielo para reducir la inflamación y el dolor en caso de que tengamos. Empezaremos rápido con la aplicación de calor y los masajes en el cuello, brazo y hombro sin tocar la zona de la clavícula. También debemos comenzar a realizar ejercicios de rehabilitación y de contracciones suaves de los músculos de los brazos, pero debemos evitar que incluyan la musculatura que rodea la clavícula para evitar que los músculos puedan moverla.

Cuando retiremos la inmovilización, se incluirán ejercicios de movilidad en las articulaciones próximas a la fractura, siempre progresivamente y sin llegar a sentir dolor.

Después de esto podremos volver a los entrenamientos sin problemas, ¡pero siempre con cuidadito!







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