La fisioterapia es un recurso de gran utilidad en la vida de
cualquier deportista, pero también, es un tratamiento muy eficaz para eliminar
dolencias, aliviar afecciones o rehabilitarse de una lesión ocasional que puede
ocurrir en la vida de cualquier persona.
La fisioterapia acuática es uno de los campos más recientes
que, sin duda, tiene mucho futuro debido a los beneficios que se han demostrado
y continúa haciéndolo en diferentes lesiones, ya sean a nivel físico o a nivel
neurológico que afecte los movimientos.
La fisioterapia acuática presenta ciertas ventajas frente a la convencional: el medio
acuático reduce el peso del cuerpo humano, por lo que la movilidad se ve
facilitada y los pacientes con falta de fuerza o tono con escasos movimientos
se ven gratificados al percibir que su cuerpo puede moverse.
Con estas premisas, la fisioterapia acuática suele reducir
considerablemente el tiempo de recuperación, pues reduce la gravedad, el cuerpo
pesa menos, el paciente se mueve más y se motiva más. A su vez, la actividad del fisioterapeuta se ve facilitada y los resultados obtenidos son mayores.
Además, el aspecto lúdico de meterse en el agua es motivante y estimulante. Nuestro paciente experimentará un
bienestar psicológico que contribuye a lograr más rápidos y mejores resultados. Asimismo, debido al bajo impacto que ofrece el medio acuático, ciertos ejercicios pueden realizarse en el agua. Es posible que debido al tipo de
lesion o afección, fuese imposible realizarlos en soportes tradicionales.
La fisioterapia acuática ofrece muchos beneficios en el
tratamiento de las siguientes afecciones: lumbalgias, desviaciones de columna,
hernias, artrosis, osteoporosis, lesiones agudas como esguinces, parálisis
cerebral, hemiplejías u otras.
Rehabilitarse en el medio acuático ofrece la ventaja
adicional del menor temor a caerse y golpearse que experimentan en superficies
tradicionales. Éste es el obstáculo más grande al momento de volver a caminar o
de independizarse en los movimientos. En el medio acuático el miedo
desaparece notablemente y la ejercitación puede realizarse con iguales
resultados.
La fisioterapia acuática puede ser un
complemento muy útil para potenciar los efectos de la fisioterapia tradicional
y conseguir un pronta recuperación. El principal inconveniente es que se requieren de instalaciones
apropiadas que permitan mantener la temperatura del agua y realizar actividades
diversas con individuos discapacitados.
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