FATIGA MUSCULAR

Debido a variados factores, la fatiga muscular es la responsable de que el músculo no tenga la fuerza esperada. Como consecuencia a la hiperactividad, el tejido que se contrae del músculo pierde la estimulación.

Estos factores son varios, como la acidificación del medio interno (mayor producción de ácido láctico y ácido pirúvico, ambos elementos claves en el metabolismo) por un exceso de ejercicio anaerobio, la aparición de toxinas de fatiga, por trastornos del equilibrio iónico (falta de sodio, magnesio, potasio...) y por un déficit de hormonas de la corteza suprarrenal (las cuales se encargan del equilibrio sodio-potasio y de elevar la glucosa en sangre).

¿Los síntomas?

Entre varios que pueden aparecer, vamos a destacar los más frecuentes:

• Sensación de incomodidad

• Agotamiento

• Dolor

• Calambres

• Sacudidas del músculo involuntarias

• Necesidad inmediata de para de realizar deporte

¿Cómo lo puedo evitar?

Es muy importante el calentamiento y el estiramiento. De esta forma preparamos al organismo para realizar una actividad física intensa.

Antes de empezar, al acabar y durante la actividad, es recomendable hacer masajes de preparación para el esfuerzo que vamos a realizar. Estos masajes tampoco sobran en períodos de descanso.

No intentes hacerlo todo en un día, sino que prográmate y escoge bien el ritmo al que vas a ir. De nada sirve hacer muchos km en un día si no vas a poder moverte en 2 semanas.

Para los calambres en el músculo, estos en los que notamos como un músculo se nos sube provocando contracciones dolorosas e involuntarias, debemos estirar lentamente el músculo en cuestión. Aplicamos también calor y damos un masaje corto.

La dieta. Aunque parezca que no, influye mucho. Recomendamos alimentos que aceleren el metabolismo (no tomar fritos, bebidas alcohólicas y nada que contenga harina blanca) como son las verduras y la fruta.

Antes de comenzar una actividad física de mucho esfuerzo es muy bueno tomar hidratos de carbono, y por supuesto, beber mucha agua.