Este tipo de tendinitis es muy frecuente en gente que practica deporte y es muy latosa debido a que los músculos del manguito de los rotadores son los responsables de la gran parte de los movimientos del hombro. Por tanto, una persona que tenga este tipo de tendinitis, no podrá realizar apenas movimientos con el brazo que tiene lesionado o los realizará con dolor.
Es muy fácil lesionar el hombro debido a que al no haber un flujo sanguíneo elevado, si se sufre algún daño éste tarda mucho más en recuperarse del todo y además es una zona muy estrecha, entonces los tendones pueden rozarse con los huesos y así inflamarse (se produce una tendinitis). Si esto se agrava podría llegar a producirse incluso una ruptura del tendón.
La causa más frecuente de esta patología es la sobrecarga de estos tendones. Esto podría ocurrir por ejemplo cuando realizamos un deporte que requiera un movimiento continuo del brazo por encima de la cabeza. Estos deportes podrían ser, por ejemplo, la natación, el béisbol, el tenis, etc.
Pero esto no ocurre solo por realizar este tipo de deportes, sino que también puede ocurrir por realizar un trabajo que requiera tener el brazo en la posición de la que hablamos anteriormente durante muchas horas seguidas, como por ejemplo puede ser el caso de un carpintero. También puede estar debido al envejecimiento, ya que los tendones pueden deteriorarse. Las causas pueden ser muy variadas, incluso dormir sobre el mismo brazo durante mucho tiempo puede provocar una tendinitis en el manguito de los rotadores.
¿Cómo se trata este tipo de patología?
Inicialmente, lo primero que hay que hacer es reposar la zona dañada. Es recomendable también el uso de antiinflamatorios y la aplicación de hielo cada cierto tiempo. El hielo actuaría como un analgésico y con los antiinflamatorios podremos reducir la inflamación.
También es recomendable acudir al fisioterapeuta para realizar masajes o hacer unas sesiones de crioterapia, que seguramente serán efectivas.
Si deseamos usar un cabestrillo para tener la zona inmovilizada se recomienda tenerlo un máximo de 3 semanas.
Cuando desaparece el dolor debemos realizar ejercicios para reforzar la zona y los músculos que han estado dañados.
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