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domingo, 1 de noviembre de 2015

ROTURA DE FIBRAS

¿Qué es y por qué ocurre?

La rotura de fibras es una de las lesiones más frecuentes que sufren los deportistas. Se trata de la rotura de las fibras que forman los músculos.

Esta lesión puede tener múltiples causas, pero la principal es exigirle al músculo una fuerza superior a la que realmente tiene. Sucede por ejemplo en tiros intensos (ya sea en fútbol, balonmano, waterpolo...), al hacer pesas, frenazo o aceleración repentinas...

Otra de las causas es un desequilibrio entre músculos agonistas y antagonistas, es decir, mucha diferencia entre los músculos que se contraen y los que se relajan en el mismo movimiento. También puede ocurrir por una contusión, pero es menos frecuente.

La gravedad de esta lesión vendrá determinada por el número de fibras rotas y la dividimos así en tres grados:

-Rotura de grado I: se rompen pocas y pequeñas fibras. No se aprecia en una ecografía,pero en ocasiones puede manifestar un pequeño hematoma. En el momento de la lesión se nota un dolor agudo que desaparece cuando el músculo está en reposo.


Ecografía de rotura de fibras de grado II
-Rotura de grado II: es una rotura parcial del músculo. En la zona de afectación se puede palpar un hundimiento. El dolor es descrito como una "pedrada" y aparece un hematoma. El dolor es más intenso.

-Rotura de grado III: es una rotura total del músculo que necesita intervención quirúrgica, manifestará hematoma y un intenso dolor, además de incapacidad para contraer el músculo.


¿Cuál es el tratamiento?

En el momento de la lesión, hay que aplicar hielo para reducir inflamación y evitar hematoma contrayendo los vasos con el frío.

 Los primeros días un vendaje compresivo es ideal para mantener el músculo apretado y que las fibras puedan recuperarse, ya que al tratarse de una lesión de tejidos blandos, la recuperación va a pasar por un proceso de cicatrización.

La rehabilitación de una rotura puede durar de 2 a 3 semanas en el caso de los grados I y II. Deberán realizarse ejercicios progresivos para aumentar la flexibilidad de las nuevas fibras y que éstas se regeneren con la mayor calidad posible.

En caso de las roturas de grado III, la rehabilitación puede durar varios meses y deberá contar con un tiempo de reposo absoluto, ya que hay muchas fibras que recuperar.


¿Se puede prevenir?

Una rotura de fibras puede ocurrir, como ya dijimos, por muchos motivos. Sin embargo, con un buen calentamiento aumentamos la temperatura de los músculos y evitamos un esfuerzo repentino. Por otra parte, con un buen estiramiento volvemos las fibras más flexibles y damos más margen de elasticidad. (Click encima si quieres saber cómo realizar un buen calentamiento y estiramiento!)

Si incluímos en nuestros entrenamientos ejercicios de fuerza que acostumbren los músculos a trabajar de forma coordinada para evitar los desequilibrios entre músculos agonistas y antagonistas, también podemos evitar roturas.


¿Qué ocurre si lo curamos mal?

 Hay casos en los que las roturas de grado I y II (las de grado III al necesitar intervención quirúrgica la curación está más vigilada y por tanto es óptima) que si se curan mal, las fibras no cicatrizan entre si o cicatrizan mal y queda un espacio que será ocupado por grasa. Esto dejará un bulto muy pronunciado en la zona, que responde a la presión con dolor o molestia.



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