¿Te ha pasado alguna vez y quieres saber por qué ocurre?
Es frecuente que al acabar de entrenar o de jugar, nos mareemos e incluso lleguemos a sentir náuseas. Esto puede tener muchas causas, por fortuna, en su mayoría se pueden prevenir para evitar estos malestares.Vamos a ir viendo los posibles motivos que desencadenan esto y cómo podemos tratarlo para que no ocurra.
-Falta de sangre en el cerebro:
Cuando hacemos ejercicio, estamos sometiendo al cuerpo a un esfuerzo muy elevado y el riego sanguíneo se dirigirá a las partes que más lo necesiten, que en este caso, son los músculos. De esta forma, otros sistemas y órganos como el cerebro, se quedan con una aportación sanguínea y por tanto oxigenación más limitada.
-Deshidratación:
Con el movimiento y más si éste es prolongado, nuestro organismo tiende a sudar mucho, en especial cuando el tiempo acompaña con sol y calor. De esta forma, perdemos una gran cantidad de agua mientras hacemos deporte y con ella, minerales que son necesarios para la obtención de energía. Por eso, es importante mantenerse hidratado y beber mucha agua, sobretodo antes de hacer ejercicio, aunque también algo durante y después.
En las dos horas anteriores a comenzar con el entrenamiento, deberíamos beber mínimo dos vasos de agua. Sin embargo, no es conveniente beberlos juntos y rápidos, ya que nuestro cuerpo asimila 200ml de agua en 20 minutos. El excedente de esta cantidad, será directamente eliminada por la orina o por la piel, por lo que no aportará la hidratación que necesitamos.
La cantidad que hay que beber durante dependerá de lo que sude la persona aunque también es conveniente tomar alguna bebida isotónica durante y después para reponer minerales más rápidamente.
-Hipoglucemia:
Es un nivel de glucosa en sangre por debajo del normal. Podemos notar debilidad y temblor de piernas cuando nos ocurre.
Normalmente le sucede a personas diabéticas o con algún problema de este tipo, pero al realizar actividad física, los músculos empiezan a consumir más glucosa de la habitual y esta la toman del torrente sanguíneo. De esta forma, disminuye el nivel de glucosa en sangre.
Para prevenir esto, es importante prestarle especial atención a la alimentación. Si realizamos ejercicio intenso a menudo, debemos tener una dieta equilibrada pero rica en hidratos de carbono que nos aporte la energía necesaria durante el ejercicio. Además, es altamente recomendable tomar fruta, galletas o algo ligero y con azúcar una hora antes de comenzar con el entrenamiento.
-Sobrecalentamiento:
Esto ocurre cuando hacemos deporte en una zona de mucho calor y nuestro organismo reacciona sin sudar, es decir, su mecanismo de regulación de temperatura no es eficaz y por tanto puede darnos un golpe de calor o sobrecalentamiento, lo que produce mareos. En la medida de lo posible, debemos intentar bajar la temperatura ambiente, no hacer deporte en un sitio con calefacción muy alta...etc.
-Saltarse el calentamiento o estiramiento:
El organismo debe prepararse tanto para hacer ejercicio, como para dejar de hacerlo. Esto lo conseguimos con el estiramiento y calentamiento. La solución a esto...¡es evidente! Hay que calentar y estirar correctamente.
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