Es muy importante tratar de manera inmediata este tipo de lesiones, ya que con esto podemos evitar que el daño se agrave mucho más y acelerar la rehabilitación de la lesión. Por lo general cuanto más tardemos en actuar sobre la lesión, más se agravará.
¿Qué hacer?
Esto se puede evitar con una regla muy básica y fácil de aprender: PRICE.
Estas siglas hacen referencia a los términos en inglés: Protection (protección), Rest (descanso), Ice (hielo), Compression (compresión) y Elevation (elevación).
- Protección: Debemos proteger la zona lesionada. Podemos hacer esto vendándola y poniéndola en alto (así reducimos el flujo sanguíneo), por ejemplo.
- Descanso: Es importante parar de inmediato la actividad que estemos realizando para que se pueda comenzar el proceso de curación en el área lesionada.
- Hielo: Analgesia eficaz y casera. Notarás los beneficios de aplicar hielo rápidamente, ya que disminuye el dolor y produce la vasoconstricción de los vasos sanguíneos, reduciendo la hinchazón, los edemas, las hemorragias... Hay que recordar no aplicarlo directamente y hacer un descanso entre aplicación y aplicación.
- Compresión: Las vendas son ideales para esto. Al apretar la zona reducimos el flujo sanguíneo y así reducimos también la formación de hematomas. Sería perfecto si se pone el hielo y el vendaje alrededor (envuelto en algo, como por ejemplo en una bolsa, como decíamos en el punto 3).
- Elevación: Mantener la zona lesionada en alto también ayuda mucho a reducir el flujo sanguíneo. Es importante reducirlo ya que al realizar una actividad física éste aumenta considerablemente. Cuanto menos flujo llegue al área de la lesión, menor serán los daños. La elevación es muy práctica cuando la lesión se produjo en las extremidades inferiores, ya que es muy fácil y cómodo llevar a cabo la elevación de la zona.
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