Dolor continuo y no pulsátil, es un tipo de dolor de cabeza frecuente, debido a la tensión muscular del cuello. Suele estar provocado por estrés, ansiedad, dormir mal, golpes o malas posturas.
Pueden aparecer contracturas que van a provocar un aumento de la tensión de esos músculos, lo que conlleva a la cefalea tensional.
También guardan estrecha relación con este problema los músculos de la cabeza, que si están tensos pueden impedir que no llegue la sangre que debería a la zona, provocando dolor.

¿EL TRATAMIENTO? PREVENCIÓN
Conociendo la causa y tratándola, se acabará el problema. En caso de que no podamos identificar la causa o que sea complicada, debemos acudir siempre a un profesional, que nos recomendará un tratamiento de fisioterapia con o sin medicación. Recuerda que esta medicación te aliviará el dolor durante unas horas, pero no lo harán desaparecer.
Si hablamos de que la causa son contracturas, realizaremos terapia manual de masaje para que los músculos vuelvan a su zona habitual, evitando presión hacia la zona de la cabeza. A mayores, pueden aplicarse distintas técnicas fisioterapéuticas básicas como son la termoterapia, ultrasonidos, acupuntura...
Si la causa es el estrés o la ansiedad, debemos acudir a un psicólogo que nos proporcione técnicas de relajación.
En caso de bruxismo, el dentista u odontólogo analizará tu caso. En ocasiones se utilizan la llamadas férulas de descargas, que son como fundas que se colocan en los dientes durante la noche y que evitan ese aumento de presión que aparece al morder.
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