En esta entrada vamos a tratar un tema que sin duda todos hemos sufrido alguna vez (o con mucha frecuencia) a lo largo de nuestra vida. ¿Quién no ha tenido una contractura? Suelen afectar a la zona de la espalda, hombros y cuello. Son realmente molestas.
Pues bien, a partir de hoy vas a saber como olvidarte de ellas.
Primero... ¿Qué es una contractura?
Una contractura es un estado de contracción constante, involuntaria y duradera que afecta a un músculo.
Podemos hablar de varios tipos:
- Las que aparecen durante un esfuerzo: para poder realizar ejercicio físico, el cuerpo tiene que producir metabolitos activos que después deberán destruirse y eliminarse. Cuando se produce un gran esfuerzo, el cuerpo no es capaz de eliminarlos, produciéndose dolor y inflamación.
- Las que aparecen después de un esfuerzo: debido a la fatiga acumulada, un músculo no es capaz de volver a su estado de reposo.
- Residuales: la musculatura de una zona determinada tiene que contraerse para protegerse. Esto ocurre después de que se produzcan lesiones graves, como una rotura de fibras, esguinces, fracturas...
Pasos para quitar una contractura
Nos vamos a centrar en la espalda.
- RELAJACIÓN
En primer lugar relaja tu cuerpo. Aunque vayas a recibir un masaje, no tiene por que ser especialmente placentero. Recuerda que tus músculos no están en un buen estado, por lo que probablemente sea algo doloroso y molesto.
Para esto, es recomendable que te des una ducha de agua caliente antes de comenzar, con el objetivo de facilitar todo el proceso.
- POSTURA Y LUGAR ADECUADO
Lo mejor sería contar con una camilla propia para realizar masajes, pero en caso de que esto no sea posible, puedes tumbarte en una cama o en un sofá. Siempre sin camiseta o ropa interior.
- CREMA O LOCIÓN
La persona que realice el masaje debe echarse en las manos una crema o loción para evitar irritar la piel a la hora de masajear las distintas zonas contracturadas.
- FRICCIÓN
El masajista debe realizar fricciones en la espalda del contracturado, notando así las zonas de más tensión y más contracturadas. Las fricciones deben ser siempre desde el cuello hasta la parte inferior de la espalda.
- La "L"
A continuación el masajista debe poner las manos en forma de "L", es decir, con los dedos índice y pulgar formando un ángulo de 90º. Mediante un movimiento similar al de amasar pan, conseguimos que los dedos de una mano lleven la piel y los músculos hacia el dedo pulgar de la otra mano, y viceversa.
- INSISTIR
En algunas zonas notaremos más tensión y dureza, por lo que es importante insistir en estas zonas, realizando movimientos con algo más de presión. En estos puntos el paciente se va a quejar, porque el dolor será intenso.
Justo ahí es el momento de aplicar el PUNTO GATILLO, que consiste en presionar con un dedo intensamente sobre la zona de dolor, durante aproximadamente 90 segundos. Es importante que el paciente respire suave y profundamente.
- OTRA VEZ FRICCIÓN
Disminuyendo la intensidad, el masajista debe volver a realizar los movimientos de fricción para iniciar el final del masaje.
- EVITAMOS MAREOS
Tapamos al contracturado con una toalla para evitar cambios de temperatura brusca y esperamos unos minutos para evitar que el paciente se maree al levantarse bruscamente.
Recuerda que hemos hablado de todo esto en líneas generales. Si tienes cualquier duda puedes dejar un comentario e intentaremos resolverlas en la medida de lo posible. Recuerda que no somos médicos y que en caso de duda, es mejor acudir a un especialista.
Me ha sido de especial ayuda este post! Muchas gracias!!!
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