TERMOTERAPIA

El ser humano no podría haber sobrevivido todos estos años si no pudiese mantener una temperatura corporal constante que sea adecuada. No importa que estemos en un medio caluroso o frío, la temperatura corporal debe ser la misma y tenemos la capacidad de mantenerla inconscientemente.



¿De qué se trata?

Podemos decir que la termoterapia es la aplicación de calor con fines terapéuticos. La temperatura que se le aplica a la persona siempre es mayor que la temperatura normal del organismo. Puede mejorar el estado de una lesión o de una patología.

Tenemos dos tipos de termoterapia:

• Superficial: baja penetración del calor.
• Profunda: alta penetración del calor. Efectos directos sobre el organismo.

Es muy importante tener en cuenta que la percepción del calor en cada persona es diferente. Por eso, debemos estar atentos a la temperatura que se le aplica al paciente, ya que puede que el calor le esté provocando quemaduras en la piel y que el no se esté percatando. Se puede llegar a creer que la termoterapia no es agradable, pero esto es falso. El paciente no debe sentir molestia alguna durante la sesión, sino todo lo contrario. Si esto no es así, entonces no se está realizando de la manera correcta.

¿Cómo se pasa el calor?

1. Conducción: el calor pasa de una superficie a otra. Psamoterapia, bolsas de agua caliente, almohadillas eléctricas, fangoterapia...
2. Convección: el calor pasa entre un líquido o un gas. Aire seco, aire húmedo...
3. Radiación: el calor pasa a través del vacío. Radiación infrarroja...

¿Qué cosas buenas nos proporciona la termoterapia?

• Acción analgésica: ayuda a disminuir el dolor de una lesión, por ejemplo.
• Ayuda a eliminar las bacterias y tiene acción antiinflamatoria.
• Favorece al aumento del drenaje linfático.
• Mejora nuestras defensas y acelera el metabolismo celular, por lo tanto aumenta la oxigenación celular y otros factores importantes para el correcto funcionamiento del organismo.
• Favorece al aumento de la reparación de los tejidos.