Nuestros discos intervertebrales pueden sufrir distintos tipos de lesiones, siendo las más frecuentes la fisura, la protusión y la hernia discal. Hoy nos centraremos en el estudio de estas tres lesiones para, en entradas futuras, estudiar la importancia de la fisioterapia en el tratamiento de las mismas.
Comencemos por la fisura discal. Tiene lugar cuando el anillo fibroso es invadido por el núcleo. No produce nungún tipo de sintomatología y curiosamente, cuando se diagnostica, suele ser de manera casual al realizar algún estudio de imagen por otras causas.
En el caso de la protusión, el núcleo se deforma al impactar contra el anillo, el cual también se deforma. Puede generar un compromiso de espacio con otras estructuras, lo cual explica que sean habituales los síntomas radiculares y las contracturas de la musculatura periarticular.
Por último trataremos brevemente la hernia discal, también conocida como hernia de disco. Se produce cuando el anillo fibroso llega a romperse y se sale el núcleo fuera de la articulación.
Seguro que has aprendido mucho de esta nueva entrada pero, ¿qué papel juega la fisioterapia en este tipo de lesiones? Lo veremos en próximas publicaciones. ¡Sigue atento a nuestro blog!
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